lunes, 4 de diciembre de 2006

Esa extraña especie que son los jefes

Cuando uno encuentra su primer trabajo descubre una nueva relación interpersonal: la de jefe - empleado.

Definición: Los jefes son unos seres que parecen, por lo general, amargados, que siempre están muy ocupados y que te hablan de responsabilidad, y que cobran 2 ó 3 veces más tú.

Tipología:

  1. El jefe-colega: va de simpático, te dice que no hace mucho estaba en tu situación y que te comprende, pero cuando puede te la clava y te quedas sin vacaciones de Navidad, Pascua, puente de la Constitución o boda de tu prima la de 'calasparras'.
  2. El jefe clásico: el de toda la vida vamos, el que quiere que se mantengan las distancias y te habla de usted o encabeza cada frase con un 'señorita'.
  3. El jefe-lapa: es un pesao con todas las de la ley, es ese que te llama cuando estás aún durmiendo o quiere que tengas hechas las cosas días antes de la fecha oficial (acabo de salir de la facultad, es más, he estudiado Comunicación Audiovisual, ¿qué pretendes?, es duro descubrir el mundo laboral). Como podéis comprobar tengo uno de esos, versión miniatura, por cierto.
  4. El jefe invisible: ni siquiera lo conoces, pero te amarga la vida. Encima cuando te transmiten sus órdenes ni siquiera puedes protestar, porque tu sub-jefe (por encima de tí y por debajo del que manda) te dice que a él que le cuentas y que él no decide. Otra versión del jefe invisible es el jefe on-line, suelen ser jóvenes y más enrollaos.
  5. El jefe punching: no sabes muy bien porqué pero lo tienes atravesao. Dígamos que directamente no te ha hecho nada, tú aceptastes esas condiciones de trabajo que te joden y que el aplica implacable, eso sí cuando te las explicó dejó lagunas, pero no te mintió. Después es simpático pero a su estilo, te dice las cosas pero sin decirtelas... y tu te enervas pero no puedes hacer nada. De estos también tengo uno.
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Si se os ocurren más categorías de jefes no dudéis en enviarmelas. La verdad es que esto de hablar de jefes, desahoga que no veas.


El caso es que sean de la tipología que sean solo de pensar en ellos te pones de mala leche. Y es que ejercen un gran poder sobre nosotros, de ellos depende nuestro futuro y nuestra estabilidad. Y encima no podemos elegirlos como a los amigos. Y si eres pluriempleada pues imaginate, sesión doble o triple....

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